El pasar de cada día
es un capullo que se cierra
en una lágrima otoñal.
Toda vida se deshoja
en el árbol del ser
y es el río que nos lleva
más allá de la crecida.
Somos solo hojarasca
que se traga la otoñada
en el vivir de las horas.
Y es el viento de los días
que nos aúlla en la sangre
a cada paso de la vida
y la otoñada que nos traga.
José Carrión Canales-