Como “en falta” y recelosa
transpuse el umbral del “templo”.
El humo de cigarrillos
y un concierto de organillos
impactaron, por ejemplo,
mi ignorancia prejuiciosa.
Avancé. No me importaba
caer en la tentación
de acariciar una ficha.
Observé rostros de dicha
y algunos de frustración.
El ambiente fascinaba.
Hagan su juego, señores!
El destino está servido
en una atrayente mesa.
La ruleta será jueza
de esos sueños revestidos
de azarosas ambiciones.
“Sólo otra oportunidad”
pide quien todo ha perdido.
“Vamos por más” vocifera
el que logró su quimera.
Huí de ese aire enrarecido
para encontrar mi verdad.
Experiencias de descarte
van poblando los caminos
y hay que saber elegir
lo que ayuda a bien vivir.
Tranquila, asumo con tino:
mi suerte está en otra parte.
Silvia L. de la Cal-
Pingback: 21 de septiembre de 2011 : : Cronica Literaria