En mi soledad,
creo imágenes en mi mente:
Escucho voces,
tristezas y esperanzas.
Camino sin dirección,
sin importancia.
Mi rostro empapado
de lluvia fría.
Sonrisa escondida.
Llego al rió,
ahogo mis penas.
Solo deseo
la paz eterna.
Un árbol
que se encuentra,
veo una mujer.
Que casualmente
eras tu:
luz de mi vida.
¡No te vayas!
No te haré daño.
Ven solo quiero hablar.
Tus rasgos vestidos
de flores.
Lograste cambiar
el infortunio
de mis ojos.
Te integraste en mi,
comprendiste mi ser.
Valoraste mi corazón.
Al fin el tiempo
me dio una mujer.
Tan bella como tu.
Diste vida a mis días,
me obsequias tu risa,
te entregaste
sin pedir absolutamente
nada.
Eres mi estrella
vuelas a mi lado:
somos uno.
Calmaste mi penar,
y diste tu amor
por mi corazón.
Carla Teiguel.
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