La fiera sedienta de argumentos
se entrega a sus cavilaciones que no atienden a razón.
El silencio grita, se consume,
se quema en la hoguera del intacto corazón
que no se reconoce en el espejo.
El conflicto interior encerrado en el instante atemporal y paradigmático
cobra vida durante la noche aislado dentro de sí mismo.
El interés ausente de la promesa de liberación huye apresuradamente,
Desmitificando las emociones verdaderas que se entregan sin luchar.
El efecto euforizante del traje de novia,
fríamente impone su voluntad sobre el rojo encendido.
El hilo que hilvana mi presente calcinado oculta sus garras,
leves contornos sobre el fondo vacío.
María del Pilar Redondo López-
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