No quiero ser oruga
mirada con desprecio,
no quiero ser crisálida,
convulsa, vacilante,
quiero romper los hilos;
la prisión que me oprime
con dolor lacerante.
En el cálido ocaso
extender bien mis alas
aspirar el perfume
de las flores fragantes:
Quiero ser mariposa
aunque se un instante.
Lidia Álvarez-