Poemas

Creo que fue en Nínive

Creo que fue en Nínive

donde dejé de olvido

un collar de piedras mágicas

que aún te debo de regalo

Lo robé una noche

a una sacerdotisa de Assur

con quien tuve amores

un verano

Desde entonces

vago sin cesar por el Tiempo

saltando edades

deteniéndome en las horas

tranquilas

de las siestas campesinas

para aspirar

en un voluptuoso

murmullo de hierba

el sentido de la brisa

De pronto atravieso comarcas

como un viento fresco

cabalgando

delfines astrales

Desciendo

interminables escaleras azules

que llevan hacia el vértice

de lujuriosos túneles

Subo trepando

enredaderas rojas

en tu búsqueda siempre

Navego en el sereno canto

de un oboe

que anuncia estremecido

el esplendor de un atardecer

Me lleva el vuelo del viento

hacia el asombro de los naranjos

y me pierdo

en el infinito

de tus ojos claros

para siempre

ardiendo

 

Ignacio Giancaspro-

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