Poemas

Momentos

Cuando la tarde cae parece que alguien llora.

Suena a lo lejos un barco que se aleja. Bandadas

de palomas regresan con milenario sentido

de orientación, sin trocar rumbos. Comienza así

la misma desazón de cada día: el cuerpo prepara,

músculo a músculo, su alerta para tomar impulso

y dar el salto conque se recibe la noche

y se tienta la vida.

 

Cando la noche inunda los muros de la casa

y los ladridos anuncian la presencia de extrañas

criaturas que tienen el don de los misterios, se

tornan sigilosos los movimientos si es que avanzas

hacia lúgubres recintos que apenas dibujan las palabras.

 

Cuando las sombras se adueñan de rincones y

ocultan en el patio helechos, madreselvas,

enredaderas mustias de crujientes hojas y

vuelan mariposas oscuras

como el alma que niega los abrazos,

ya no habrá resquicios para el miedo;

llega el otro impulso con el que asaltamos la

mañana que golpea, ¡de pronto!, con esa

fuerza enorme que sólo llega con el alba.

 

Sereno ofrezco el rostro a la lluvia. Bendigo

el nuevo amanecer que me encuentra en calma.

 

Fidel Fidalgo Moncada

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