En la noche triste mis versos te buscan
y en las líneas de mi escrito te pierdo.
Mi corazón sostiene la pena de hablar
para darte mi cuerpo entero de sudor.
El mito de empujarte a mi alma
santificó tu sueño de niña pura
con mi dolor.
Allí doble mis fuerzas para amarte
sobre toda la felicidad.
Mujer, cuerpo de niña.
Sonrisa, labios de fuego.
Querida, te quiero.
Amada, te amo.
Si la noche va contigo
irán mis manos detrás de ti.
Si la noche va conmigo
irán tus manos detrás de mi.
Si te adoro brillarán tus ojos,
si te extraño me faltará tu alma.
Amada estoy sin ti,
amada te veo tan cerca,
amada estás aquí en el escrito
de mis lágrimas.
Si la noche recorre tu rostro,
quedaré sobre tu piel.
Si la noche transita por las hojas
de los árboles seré tu raíz.
Estoy herido, estoy solo,
me hace falta tu calor.
Estoy triste en nuestra noche
y tan lleno de dolor.
Adiós de ti, adiós de mi amada.
Roberto Carlos Álvarez-