Poemas

Almidón

Dos cuadras de almidón y la campana

de despertar los ojos a la risa,

dos cuadras de almidón, y la mañana:

cigarritos de nubes en las tizas.

 

Un ojo de retinta porcelana

moja la pluma frágil, y desliza

la presurosa letra que a desgana

deja después de clase a la sonrisa.

 

Un mar de figuritas imposibles

recrean los bizcochos jubilosos,

y embanderando un mástil, inasible,

 

hay en el patio un paño luminoso.

Dos cuadras de almidón, y vuelvo a casa

perdido entre las flores de la plaza.

 

Abel Schaller-

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