A Ernesto Delgado Baudet, 24-8-2010
No son lágrimas,
son lagunas que caen al pozo de este mar.
Gotas de un corazón desprendido del cuerpo
que suben al vacío a buscar su parcela
y encuentran la humedad pero no la semilla.
No basta con la lluvia para llenar la ausencia
que cae de tus párpados. No basta con los páramos
para sentir afluentes.
No podría beber tanta agua, no tengo
tanta sed para saciar el cauce que me lleva
a la sal de la orilla, pero iría contigo
hasta la catarata que asumimos sin tregua,
contigo al arco iris después de los diluvios
de palabras vacías y golpes en el pecho.
Antonio Arroyo Silva-