Poemas

Oración

Señor: sé que repruebas la noche en que los cuerpos

hilan su túnica de arena contra el olvido

como animales enjaezados para el crimen;

amo sus manos, esas candelas que apagan el miedo;

su voz de nardo en solísimo pavor;

amo su boca, incandescente abismo del goce;

defiendo el temblor de sus muslos

donde soy colosal jadeo bajo sus espesas aguas;

donde soy viento luminoso de azufre en su alma.

 

Señor: yo, tierra hambrienta, sueño palpable

desde el fondo de la locura

y con estas palabras como puñales indecentes,

alego por este amor: haz las cuentas otra vez

y acuérdate de quienes elegimos la luz, el vuelo.

 

No quiebres el Pacto, Señor

la muerte es la ranura por donde te miramos.

 

Del libro Los fuegos prometidos

 

Alfredo Luna-

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