Apenas puedo dejar de mirarlo.
Entonces leo “EL PARAÍSO PERDIDO”.
Él se prepara,
me recibe en sus brazos
a pleno silencio.
Alguien canta una canción de cuna.
Y luego me besa en las escaleras
y después
me lleva a su tristeza.
Alguien canta una canción de cuna.
De El enigma de un pájaro exiliado, Ed. La bohemia (2000)
Marizel Estonllo-