Poemas

El atrapa sueños

Pendía del barrote de su cama, al lado del rosario, un atrapasueños. Con profunda fe en ambos a uno le rogaba por sus vivos y sus muertos y al segundo paz en su reposo nocturno.

Ustedes se preguntaran que es el atrapasueños: tiene diversas versiones según los países

La creencia es que por el agujero central huyen los sueños malos y la trama retiene los buenos.

El de doña Marta era un circulo hecho con la tradicional ramita de sauce encerrando una fina malla tejida con lana de oveja marrón- muy escasa en el rebaño- rodeando un orificio. Pendían dos tiras de cuero terminadas en unas plumas muy suaves de flamenco rosado…

Su dueña, una señora alemana con una vida muy dura no quería que los malos recuerdos aparecieran en el medio de la noche.

Mientras lo contemplo, careciendo de su fe en las creencias populares, se me ocurre relacionarlo con la memoria, la misma memoria que de pronto bloquea un mal recuerdo y permite recordar pequeños hechos agradables que nos hacen sonreír.

¿Dónde está el agujero donde se entierran las angustias?, ¿qué hace que se modifiquen para bien o para mal?, ¿qué sortilegio provoca que un perfume desate una cascada de suspiros o que un hecho fortuito del presente nos lleve a tristes circunstancias del pasado?

Dejé abierta una ventana, la suave brisa nocturna movió las plumas, las sentí en mi cara como una caricia y me dormí evocando las cálidas conversaciones con doña Marta en su acogedora cocina de campo, allá en el Sur.

 

Noemí Müller-

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