Espuma

La tarde es gris y el cielo triste.
El mar está encrespado, bullente, enojado.
En la lucha constante del agua que viene
ruidosa, agresiva, revuelta, envolvente
y el agua que vuelve vencida, cansada.
Después de besar la arena dorada,
se forma la espuma que se queda anclada,
allí, sobre el borde de la arena oscura,
-el beso salado la dejó mojada-
El viento-a veces-travieso e inquieto,
la empuja y la lleva lejos de la orilla.
rodando se ensucia, pierde la blancura
de fina puntilla,
se torna morena entre la arenilla.
y esas blancas ondas que adornan la playa
están conformadas por muchas burbujas;
esferas infladas, gotitas hinchadas,
globos cristalinos que de pronto estallan.
Mas si el sol asoma un instante apenas,
cada burbujita
se transforma en prisma que la tornasola.
La espuma se llena de verdes y azules
de lilas, de rosas, de rojos y añiles,
naranja, amarillo, violeta, celeste…
y es la espuma toda como una diadema
que adorna la playa.
¿El mar encrespado sabrá que es su enojo
el que esta belleza brinda a nuestros ojos,
el que esta hermosura me permite ver…?
Yo que amo su calma y sus tempestades,
que amo sus orillas y profundidades,
agradezco tanto sus blancas espumas,
y ésta, mi fortuna de andar sus orillas,
disfrutando a pleno estas maravillas.

Nelly Minard-