A la Patria, en su Bicentenario

Dardo de esperanza, lanzado al infinito polar
es tu figura, ¡ARGENTINA!
Vértice augural donde convergen las miradas
de América Latina.
Las aguas del Atlántico se encrespan y acarician
tu perfil caprichoso
y te respaldan los Andes, alegoría enhiesta
de gigante coloso!
Tu nombre suena a bronces bendecidos
que cantan a la paz...
y tu pasado revive en el tiempo, tras dos centurias
de magna LIBERTAD!

LIBERTAD!
Palabra sagrada para los pueblos dignos!
Palabra con alma, que tiende sus ansias hacia un horizonte
de prosperidad.
Ha sido alto su precio...
holocausto de valientes; la sangre vibrante y caliente
del soldado heroico que fiel a su leal sentimiento,
no dudó un momento
en enfrentar con coraje la lucha
y entregar por la Patria, hasta el último aliento.

LIBERTAD!
Oíd, mortales, el grito sagrado...
Es un grito voraz que se expande por el aire
como una llamarada...
Es el grito de Mayo
que sacude la fibra y conmueve las almas!
La Cruz del Sur, en el cielo universal
señala, en la Argentina,
las cuatro dimensiones de una tierra amanecida
para el trabajo y la paz

Oíd, mortales, cómo vibra ese grito
de Jujuy hasta allende, la Antártida helada...
LIBERTAD..!
dicen claras, las notas del himno
y responden el Ande y el mar...¡LIBERTAD!
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La consigna de MAYO estaba firme
y era ley afianzar su realidad.

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Las brumosas aguas del río Paraná
bendijeron la albiceleste enseña criolla
y como una lanza, apuntó hacia el Norte
hendiendo paisajes hacia la victoria.
A su paso, Tucumán tendió su mano
aromada de azahar
y las tropas de Belgrano avanzaron
esgrimiendo muy en alto el estandarte nacional.

San Martín cruzó los Andes
y los picachos nevados
se sintieron sublimados
remontando esperanzas hacia el sol...
El paso tardo de las mulas
con aquel cargamento majestuoso,
quebró la paz del panorama silencioso
hacia la magnitud de las alturas....

Salta La linda, sintió un retumbo ancho
sobre su corazón de tierra noble...
...¡el galope febril de los caballos criollos
de Güemes y sus Gauchos!...

El soldado y el indio, midiendo su coraje
blandieron armas, luchando por la tierra...
La Patagonia larga fue testigo forzoso
del visceral arrojo del salvaje.
Las piedras y las matas recogieron el eco
de gritos forajidos, agudos cual centellas
y tras la cruenta lucha, el fantasmal silencio
se fundió entre el horizonte y las estrellas.
Por cada indio muerto, un pájaro enmudeció
y el viento, soberano del desierto,
silbó su letanía de fúnebre oración...
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La historia de ARGENTINA, ha sido escrita así
hace doscientos años, con empuje viril..!
¡Así nació la Patria...con ansias de grandeza,
con fuerza milagrosa y entrega de sus hijos
de genuina nobleza!!
Oíd , mortales, el grito sagrado!
y en su recia estridencia, evocad la epopeya
de los bravos patriotas, de aguerridos soldados
que libraron la Patria y lucharon por ella.
Por herencia de sangre, por dignidad y honor,
es nuestro compromiso respetar el pasado,
defender el terruño y su soberanía
manteniendo incólume aquel triunfo logrado.

Y al honrar nuestra historia y sus tradiciones,
sintamos con profundo fervor patrio,
que todo el firmamento es inmensa bandera
que flamea impelida por soplo Divino;
la Nación entera, crisol de emociones
y un solo corazón, el orgullo argentino!.

Nanny Davies- Comodoro Rivadavia, mes de mayo de 2010