Vida
Cruzando la serpentina orilla llegué junto a ti.
Mi alma perdida te andaba buscando,
en cada oscuro recobeco,
en cada lejano horizonte.
Al fin te encontré,
cuando mis esperanzas
empezaban a diseminarse
como semillas arrastradas
por el viento.
Al fin te encontré,
en la otra orilla del corazón.
María Asunción Camps Jarque-
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