Versos
Siento en el alma un tormento
cuando veo una injusticia
oigo de un niño un lamento
que se pierde tras la brisa.
El desprecio hacia un hermano
de cualquier parte del mundo
me hace cerrar ambas manos
hasta sangrarme los puños.
Yo prefiero ser la roca
con la que chocan los vientos
suben las olas su espuma
pero duran un momento.
Los castillos de ambición
construidos con engaños
llegan un día a caerse
quitan sólo un peldaño.
Aquel que por pura envidia
difamare a un semejante
hiérale yo una corona
con espinas sin brillantes.
María Luisa Fernández Molina-
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