Mi jardín

Mi jardín ya perdió la ilusión,
de las flores sin polen salen abejas mecánicas
sedientas de aceites, de engranajes,
de partes de este motor que soy...
la lluvia me oxida,
mi metal es corrosivo
como el veneno en la punta
de una daga de hojalata...
agujereado,
como un rayador de quesos voy...
contra la tormenta eléctrica,
a pelarme los cables,
a cargar de energía mi corazón de jabalina,
de puesta a tierra por mis talones
empapados por los charcos...
las nubes ya están aquí,
encima de nuestras cabezas,
sólo falta una gota para el diluvio,
para que hierro y barro
sean un punto visible
en medio de lo que será un gran pantano.

Martín Ojeda-