Obreros de mi pueblo
A esos hombres que recorren
diariamente la ciudad
que nos llevan los residuos
que a nadie, les sirve ya.
Un trabajo como tantos
yo diría con dignidad
ellos ganan su puchero
que es el sostén de un hogar.
Casa a casa, cuadra a cuadra,
viento, sol, lluvia quizás
van cumpliendo su tarea
para todos por igual.
En el Sarmiento de ayer
era el abuelo Avendaño
que con su hijo Tomás
hacia el servicio a contrato.
Con un carro y dos caballos
de chapa, casi cerrado
y para echar la basura
un orificio al costado.
Hoy, es un camión moderno
a pistón compactador
donde prensan los residuos
para un volumen mayor.
Por todo a estos obreros
que yo quise recordar
quiero dejarle mis letras
se merecen mucho más
por ser un agradecido
de ver limpia, mi ciudad.
Andrés Gómez-
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