Agonía del ozono
Se desvaneció una estrella
por la fatiga de silencios,
que descienden en círculos
sobre el erial del alma.
Titila el esplendor por inercia
ante la paulatina difamación de la luna,
que viene de pactar
su resurrección en otro sitio…
Guardianes enviados
respiran en soledad en el borde los aires,
intentando ser epílogos
de un tiempo galáctico en pos de auxilio.
Absorbemos aromáticamente y en espiral,
gota a gota las lágrimas del ozono,
que se hunden sin reposo
sobre la piel de la tierra,
y la imprudencia de la demencia humana.
Poema del libro Ceguera en el espejo
Mary Acosta-
|