Espina
“Un amor, un dolor sin límite, un deseo.
Los címbalos solares y el esplendor y el miedo...” - Gabriel Celaya-
Siempre estuvo conmigo.
Antes de ser la piel bajo mi piel.
Astilla sobre astilla. Espina. Silicio.
Sustancia de barro y de madera.
Aguijón que penetra y palpitando, calla.
Se dilata y contrae, se oyen gritos de huesos
Hay tantas confesiones en este antiguo prisma.
Tiempo inmemorial que acompaña.
La cuido. La preservo. La escondo.
Si no se toca, no duele, no lastima.
Y ahora que la tarde ya cae.
Aparece la botella y el naufrago.
Y me hundo y me sumerjo y me pierdo.
Y la espina silente es un grito inaudible.
Es un pez. Un niño. Un latido. Un miedo.
Trae un amor de años, anterior al pulgar.
Anterior a las formas, a los sexos.
Acaso, por vez primera, vaya a su encuentro, la libere.
Y te atraviese y florezca en rosa.
Amelia Arellano-
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