Trincheras de algodón
es el no querer ver
el cerrar los ojos y empeñarse
en soñar con un hombre nuevo
con un ser humano que no destiña
con un mundo donde la bestia de rugidos de fuego se devore a sí misma
dejando su sustento a las tripas cansadas de vigilia
es el soñar que hay esperanza diciéndose:
“soñemos pero a condición de creer en el sueño”
-vieja alfombra pisoteada-
no perciben que mientras abocados a ello
se atrincheran en sus sueños
la realidad
galopa enancada a una infantería de necios
hábilmente manejada por locos áuricos
estos dementes
rentabilizan la esperanza
y probablemente…
la inventaron.
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