Cinema Paradiso
Hay un niño que camina
con la luz en las manos
y seguro es que entiende
la amistad como un juego
porque sigue pendiente
de la ilusión futura
con la sonrisa cómplice
del que anima historias
en la belleza escondida
del viejo cine de barrio
mientras en la pantalla
la tentación de los días
se convierte en nostalgia
e irrumpe la aventura
y el deslumbramiento
como un sueño estremecido
de hambre y amor
paraíso imaginario
que emerge de la vida
con la fuerza del recuerdo
de ese niño que fuimos
con la luz en las manos
David Antonio Sorbille- |