Destino
Al final…
Te conformas con las simples cosas:
una tasa de café, los diarios,
un rincón amable donde mitigar las penas
y recibir noticias de alguien lejano
que llega a tus orillas, como una mansa ola de lago.
A tan poco se reduce la felicidad,
y tú que la habías esperado tanto.
Nada pudo vencer al tiempo inexorable
que vino y se llevó tus sueños
aquellos de la edad feliz
cuando el horizonte era claro
y el futuro tan cierto
como una moneda en la mano.
Ya sé, dirás, es el destino
pero quién nos salva mañana
del horror de no ser nadie.
Carlos Figueroa- De la plaqueta Celebración de los días
|