Poemas

Por tu pérdida, querido Eugenio

Negras lágrimas salen de mis ojos;

mas colorada sangre derrama

tu corazón, dejando charcos rojos.

A voces la postrera hora te llama.

Hondamente desalentado lloro

mientras tu alma al cielo se encarama.

Entre la angustia y la tristeza moro;

tu sombra y tu cabeza descarnada

son lo único tuyo que atesoro.

¿Para que vivir, si necesitada

está mi alma de tu  presencia,

antes notable y ahora esfumada?

De mi cuerpo se apodera tu dolencia;

mi corazón, por la angustia cautivo,

suspira deprimido por tu ausencia.

El tormento me domina; fugitivo,

por escapar hago cuantiosas tentativas;

mi desventura es tal que muerto vivo.

Mi mente y mi alma, inactivas,

y mi corazón, inerte en mi pecho;

rezan, gran amigo, por que revivas.

 

Marian García-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *