Mezcla de conciencia despierta
y de mente intranquila que mira
una salida cerrada a la realidad
y que revive en su interior
la ilusión de encontrar
tras esa puerta una sanación.
Pensamientos que circulan
en el laberinto inteligente
como sonámbulos despiertos.
Palabras que no se vuelven
razón, que no son… nada!
Así, de esta manera espero
impaciente que se llegue
la mañana. Y no espero
que las llagas se curen
más sin embargo, me cargo
de valor, de fortaleza,
para enfrentar la nueva jornada.
J. Jesús Hdz Grimaldo-