REALIDAD, te presentas nuevamente
con tu habitual caricia traicionera.
Odiosa e impertinente es tu manera
de irrumpir en mis sueños inocentes.
Otra vez manipulas a tu antojo
invadiendo mi futuro y mi presente
y provocas situaciones permanentes
de miedo, de dolor y de despojo.
Mala palabra eres en mi vida.
Golpeas sin cesar a mi ventana…
Despierto y busco el sol cada mañana
y hallo tu sonrisa envilecida.
Harta estoy, REALIDAD, de tu insistencia!
Por qué me persigues sin descanso,
es que acaso no merezco ese remanso
donde algo me asegure pertenencia?
Me despido de ti. A qué invertir
más tiempo o reflexiones, si no entiendes.
Envuelta en las ausencias que me prendes,
me despido de ti… Voy a dormir!
Silvia L. de la Cal-