Poemas

Los caballos

Los caballos desbocados

piafan de placer al verte

y en sus venas se delata

la alegría de tenerte.

 

La luz de internos carriles

dan su toque exuberante

en el instante preciso

que tu voz es suplicante.

 

En albas danzas galopan

las llanuras de tu piel

con un redoble de patas

en cada golpe de miel.

 

Bajan los ríos crecidos

de sangres amanecidas,

porque son los herederos

de mis cuantiosas heridas.

 

Redomones se encabritan

al son de música interna,

porque fieles a su raza

se yerguen con fuerza tierna.

 

Y en sus locas correrías

van del uno al otro lado

para entregarte su fuerza

con latidos de costado.

 

Las crines de lanza al viento

se hacen dulces en tu mano,

cuando en el brioso corcovo

son palomas del milano.

 

Y en el tendido galope

que consume tu horizonte,

entregan su furia al viento

con la placidez del monte.

 

Jerónimo Castillo-

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