Poemas

Cuanta veces la lluvia

Cuántas veces la lluvia acompaña la tarde
empañando los vidrios de las ventanas altas.
Cuántas veces la pena abraza las mañanas
con su presencia silenciosa y amarga.
Cuántas veces los cuartos que ahora están
vacíos, se llenaron de voces, de cariñosa risa.
Cuántas veces el aire de las plantas regadas
aromaba la noche con su olor de alegría,
recién nacida, cantando con el agua.
En los espejos turbios ya no quedan imágenes
porque todas se han ido sin saber cómo y dónde.
Solo están los retratos, como siempre abstraídos,
con figuras ausentes, algunas desvaídas
en marcos de madera.
El que no sabe, observa, sin embargo, la vida
de esos rostros tan quietos en el papel guardados
con sus poses risueñas, de cómplices miradas
y de luces perfectas arrancadas del tiempo.
Cuando llegue el futuro, pintarán las paredes,
se perderán los rastros. Serán otras las caras
en los marcos antiguos y se irán renovando
como las primaveras renuevan los malvones,
el jazmín y el hibiscus que está arriba de todo
en el patio más alto.
Inasibles fragancias arrastradas de olvido.

María Esther Vázquez-

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