Poemas

Sin comentarios

Su nombre querrán saber…
pero lo tengo guardado,
oculto en mi corazón
en capullo delicado.
Allí ha de permanecer.

No lo deben pronunciar
hirientes voces paganas
al nombre de mis silencios.
Ninguna opinión profana
su seda habrá de rasgar.

Es trofeo solitario
galardonando mi historia,
es el centro de la llama…
la eternidad de la gloria.
No caben más comentarios.

Silvia L. de la Cal-

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