para Adriana, que se desalejó conmigo
…Si me callo oigan de mí en las palabras
del oculto diccionario de la arcilla
y por ellas un silencio lacio
y palpitante de barrancos y antigales.
Si me duermo rompan el puco milenario
donde moran los dioses del guanaco
y esparzan hacia el rumbo de los vientos
su polen soledoso y de crepúsculo.
Si me apago digan luego esa letanía
que don Jacinto Chayle en El Durazno
rezaba para conjurar oscuros años
y torpes desvelos hasta el alba grande.
Y si me muero pongan a mi corazón
en el ojo abierto de la vertiente
para que por ella yo mire por la noche
a la luna sola vagando por el cielo.
Luis Taborda-
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