Poemas

Director de orquesta

Hay una gran diferencia

entre vestir frac y sacudir la varita

a convertirse paso a paso

en director de orquesta.

La primera cuestión, básica,

(se descarta el hecho

de saber leer partituras)

es aprender a dibujar

un gesto de genio y profeta

golpeando tres veces el atril.

Segundo,

es reconocer la correcta ubicación

de los objetos cotidianos;

y que los solistas

estén cómodos y preparados

cuando comience la obra.

Casi, casi, te diría que

hay un punto clave,

y en eso radica todo:

interpretar la orquestación.

Es la tercera prioridad.

Si alguien se equivoca

tratá de disimularlo de la mejor manera;

hacéselo saber más tarde

atrás del telón, con amabilidad.

Y cuando la sala quede vacía

no te olvides de apagar la luz;

activá la alarma

y cerrá la puerta,

con dos vueltas de llave.

 

José Gonzalo Bartha-

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