Poemas

La noche que me parió

Era cuestión de esperar y no desesperar

Si locura o azar

si Dios u holocausto

Toda existencia se tiñe de sangre

o casi toda

Era cuestión de resignación

y el dolor era de un vientre prestado

y la impaciencia de otros zapatos

y los porqué

 

Corro hacia el infinito

sin cuestionarme demasiado su existencia

su dirección

Corro hacia los campos

que no saben de cielos ensombrecidos

en tiempos de siegas

para arrancar mi romance – raíz con la tierra…

Y descanso en la turbulencia de los vientos

para ser orgasmo

para ser materia

Sin importarme quién mató a Cristo

ni quién descubrió a Dios

Todo esto…

por un momento

 

Mauricio Pérez Ruz-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *