Era cuestión de esperar y no desesperar
Si locura o azar
si Dios u holocausto
Toda existencia se tiñe de sangre
o casi toda
Era cuestión de resignación
y el dolor era de un vientre prestado
y la impaciencia de otros zapatos
y los porqué
Corro hacia el infinito
sin cuestionarme demasiado su existencia
su dirección
Corro hacia los campos
que no saben de cielos ensombrecidos
en tiempos de siegas
para arrancar mi romance – raíz con la tierra…
Y descanso en la turbulencia de los vientos
para ser orgasmo
para ser materia
Sin importarme quién mató a Cristo
ni quién descubrió a Dios
Todo esto…
por un momento
Mauricio Pérez Ruz-