Este abril me llena de temores,
presentimiento oscuro;
abril sin rosas rojas.
Abril, con este corazón que aún late
herido.
Abril: otoño mío
preñado de hojas secas
y de cobres,
la savia se duerme entre las ramas
de un sauce que antes fue verde
lamiendo de su lecho, junto al río.
Huelo en el aire un desamor de soles
y el de saber
que he de quedarme solo a la vera de un tiempo,
detenido;
hurgando en los recuerdos
una sombra que me lleve
de nuevo hasta tu sitio…
Este abril, me llena de temores;
¡siento un otoño final
muy dentro mío!
Gustavo Córdoba-