Poemas

Llueve sobre…

Llueve sobre aquel pájaro en la rama del patio

sobre la mancha verde que no alcanza

la nitidez del ojo, sobre el vidrio astillado de sus alas

y hay ruido de cucharas, de mediodía puntual,

rumor eterno en la silla vacía de mi padre

con su mirada al fondo, aquella, siempre quieta,

y voces en el rostro de la pared que tuvo la obediencia.

Pasa un caballo mudo, anónimo, sin cascos

(¿heredado de quién?)

descascarándose al sol de la intemperie.

Tal vez jamás lo he visto. Es más, tal vez

no existió nunca, pero yo lo recuerdo, como ahora

cuando lo necesito. Y es como eran tus manos

repitiendo la cita, sobre el cielo caliente de un mantel.

Traigo una vieja herida de aquella travesía,

que fue espera. No sé nada después,

es un decir, vuelve tu mano izquierda

y hace a un lado el vacío donde estamos ausentes.

Ay si te he recordado –como si hubieras sido posible–

en estos años. O por qué me pregunto por el tiempo

entre estas cosas simples,

la ignorancia es tan grande como el miedo

de los recién librados.

Hubo un largo reproche donde el día descansa

su ironía y tazas por lavar siempre esperando turno.

El pájaro inmortal sobre el que entonces

se posaba la lluvia, viene a sobrevivirnos.

El mismo de los siglos desde su aparición, atisba.

La supuesta utopía de libertad no es suya

sino nuestra.

 

José Antonio Cedrón-

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