¿Por qué lloras corazón? Si aún existe la ilusión
tienes tiempo de volver al recodo del amor,
donde un día te encontró, junto al ceibo todo en flor.
Fue mirarse y sonreír. – buenos días le de Dios –
preguntaste dónde están, “las barandas del adiós”
te acompaño, es por aquí, el camino del añil…
un suspiro hubo en tu voz que te hizo sonrojar
y pensando en el porqué, al hablarme me asustó.
Allí está lo que soñé, tanto tiempo en mi dolor.
Desde aquí fue que partió una tarde mi papa…
iba solo a navegar en sus juegos con amor.
Jamás nunca regresó a los brazos de mamá.
El abuelo levantó, “las barandas del adiós”
yo quería conocer este sitio del dolor,
al que el pueblo les llamó “Las barandas del Amor”.
Horacio Segundo Peña-