Poemas

Hallazgo y comunicación

Había una vez una maga…

Detenía el tiempo para observarlo,

convertirlo en conejo y preguntarle si

asumía el mundo del quizás.

Había esa vez una maga…

jugando con parsimonia entre la certeza

enorme y la incertidumbre apenas rosada.

Esa vez la maga miró, cómplice, al conejo,

invitándole a escuchar el balbuceo

generoso del tiempo.

Esa vez, el tiempo bailó confiado con la

incertidumbre.

Mientras el conejo ariscaba la nariz ante

esa y otras certidumbres,

sin dejar de ser amigo de una maga.

 

Luis Weinstein-

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