Poemas

Hay que ensuciarse los ojos

Hay que ensuciarse los ojos

y ver sus cuellos que se arquean

a abrasar la muerte

 

Hay que mirarlos

como árboles amarrados a sus huérfanos

entre el polvo y las barajas

 

A ellos de hembra alguna

que tienen precio de orgía

y besan en el agua

las huellas del deseo que saben mutilar

que sólo conocen la lengua de su espejo

 

que no pueden evitar

ser soga de mendiga colgada a sus monedas

pan en la boca de un tigre

nudillos al borde de no importa qué

plegaria manoseada

 

Hay que saber desnudarles el pellejo

sepultar sus rodillas

masticarlos como a hostias

desgastarlos como a un centavo ciego

y dejarlos inmóviles de tiempo

para ver lo que esconde

la sepultura de sus cejas

y descubrir por fin

que lloran como cualquier mortal

y que como a cualquier mortal

la madre los traiciona

 

Y serán tan bellos cuando lloren

cuando los veamos morder

con oficio de Dios

ese miedo de pájaro

a subirse a los ojos de los gatos

mientras yo los araño

 

Marcela Predieri-

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