Poemas

Entremés olímpico

La raza de Saturno, derribada

por el ligero soplo de una idea,

baja a morar sobre la triste Gea,

en una lamentable desbandada.

 

Con su atributo y distintivo, cada

dios osa abrir nueva pelea;

y mueve la dolosa contra-idea,

penetrante y sutil como una espada.

 

A devolver sonrojo por sonrojo

al nuevo cielo, voluntad y brío

previene airado su rencor tremendo;

 

y se apresta a la acción; pero creyendo

que el Olimpo a la postre es un enojo,

y la inmortalidad, un grave hastío.

 

Gastón Fernando Deligne-

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