Ni víctimas, ni criminales: trabajadoras sexuales constituye un análisis feminista crítico de las categorías involucradas en los debates sobre la trata de personas y el sexo comercial, con el foco puesto en los discursos y las prácticas penales concebidos como tecnologías de gobierno y manifestaciones de poder. Detener los efectos de esa maquinaria incesante, que no deja de producir clandestinidad y marginación, resulta imperioso, pues “las señales de daño son más contundentes que sus inciertos beneficios”.
“El estigma que pesa sobre lxs trabajadorxs sexuales se profundiza y se perpetúa cada vez que se confunde trabajo sexual con trata de personas. Esta equiparación es una forma de violencia contra nuestro colectivo, pero no es nueva: tiene una larga historia, y de esa historia nos habla Marisa S. Tarantino en este libro.” Del prólogo de Georgina Orellano, secretaria general de la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina. (Fondo de Cultura Económica)