Poemas

La roca viva

Gracias, Amor, por esta dulce herida

y la blandura de mi sufrimiento.

Por la risa y el gozo y el lamento,

en tanta plenitud desconocida.

 

Bendito siempre, Amor, porque te siento

crecer en la ternura compartida

y por las aguas de tu mar sediento

que arrasa las orillas de mi vida.

 

Hoy sé que los rigores de tu fuego

consumió en llamaradas mi sosiego

y mi paz se hizo llanto y quemadura.

 

Ahora voy como barco a la deriva.

En los escollos de tu roca viva

rompió mi corazón su arboladura.

 

Margarita Carrera-

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