Poemas

Por los que llegan

La ciudad quedó tan lejos

las manos de mujer

y el viento tan cerca.

Cuál es

la fragancia

de la flor

más bendita

el poema

de este suelo.

Nuestras sombras

se confunden ascendiendo

entre las hogueras murales

en los ojos al renacer.

He aquí la buena nueva

la madre roca

trae el pan de hoy.

Con las palmas abiertas

percibiendo el verbo enérgico

nos entrega la savia del origen

el secreto glacial

de la ilusión primera.

 

Sandra Pien-

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