Poemas

La mentira

A veces vivo un poco,

y ostento la evidencia

como un coleccionista.

 

Algún trofeo

rutila en las escarchas de mi nombre

y emerge la que era

en el engaño del verbo flagelado.

 

Mi intemperie

descansa un instante

en el pedestal de hierba de sus ojos,

hasta volver,

crucificada,

a la oración unitaria de la casa.

 

Teresa Palazzo Conti-

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