Poemas

La parda

Fue una nami de rango, distinguida,

empilche, jeta roja, colorete,

colonia que costaba un buen biyete

y tarros de tacón y a su medida.

 

Querida del bacán de buena vida,

señor de una lustrosa voiturete,

bigotín, sobretodo a lo paquete,

compadrón envidiado en la avenida.

 

Mas el tiempo te trinca, te lapida,

te triza, te erosiona, te fustiga

y no escapa la parda a su destino;

 

hoy, tras un mostrador, flaca, vencida,

con la mirada en el ayer perdida.

Se turbian sus recuerdos con el vino.

 

Adolfo Leiro-

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