Poemas

Apuntes de un fracaso

Y sí, ahí solía estar el señor López, sentado frente a mi escritorio; el saco en el perchero y las mangas de la camisa lenta y prolijamente llevadas hasta el codo: un hombre opaco bajo todas luces. Ayer él vigiló el reloj de la pared hasta que llegó la hora; ninguno de nosotros adivinó siquiera los oscuros callejones de su mente.
Me parece verlo con el maletín, sale del casino prisionero de la fatalidad; no siente la mordedura del viento helado, no siente nada; no sabe hacia dónde se dirige, tampoco le importa; y sí, el señor López, por todo eso y por algo más con el saco en el perchero y las mangas de la camisa lenta y prolijamente llevadas hasta el codo había resuelto precipitar el derrumbe, porque él no cree que es posible reclamar un poco de justicia, ganar el curso del destino, terminó con su vida un viernes 13.

Ada Inés Lerner-

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