Poemas

El cuarto oscuro

Uno de mis placeres

cuando era niño

era estar en puntas de pie

al lado de mi padre

y verlo revelar sus placas.

 

Pasábamos horas así.

 

Había una luz roja

en el cuarto.

 

Al principio

no se veía nada

luego unas manchas,

una formas,

hasta que al fin

toda la escena aparecía:

Una vista del campo,

un río,

una fiesta de Navidad,

futbolistas de Luton Town.

 

Parecían

pequeños milagros.

 

Cuando me pongo

a escribir

el cuarto está oscuro

y no hay nada

salvo la luz azul

de la pantalla

y un rectángulo blanco

y un sentimiento,

una imagen,

la memoria de algo real

o soñado,

ideas que poco a poco

toman forma.

 

Robert Gurney-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *