Dos ojos quiero anclar en la tristeza,
ojos sin lluvia detrás de mi silencio,
pájaros escapados de las celdas
del mundo invertebrado
del mundo inane, áspides y vidrios,
púas, dagas, cuchillos y escalpelos.
Que naveguen los ojos y en el puerto seguro
de la gran soledad tiendan la amarra
poblados de memorias neblinosas
casi olvido que empaña cicatrices, heridas.
Refugio a palo seco allá en la rada.
Silvia Long-Ohni-