Un grito de la sangre te dio el grito
con que crece tu hombría con la vida,
y en las tres cavidades de tu herida
vive el toro de España como un rito.
Tu ingle de varón acrece el mito
de tu voz de juglar escarnecida,
y un tatuaje brutal en duelo anida
el Guernica de muerte siempre ahíto.
No te vas a morir porque insistente
se regresa la Muerte de repente
a mostrar tu poesía entre los grandes.
Vivirás con tu fuego otras edades
floreciendo en la sangre soledades
que te nombran a ti: Miguel Hernández.
Brígido Redondo– México de Revista Poética Azahar –