La suerte de la luna lagrimea perlas
esta noche está a favor
como el vientito en la vereda, pateando
pero no puedo subir por la escalera al cielo
no puedo alcanzarte allá arriba
se que el fuego es lo que me consume
pero las llagas en mi lengua son un guiño de vida
cicatrices en la doble pechuga de los pájaros
que cantan hasta morir
y los perros ladran también hasta el sol
a veces es todo tan tedioso
que un mensaje tuyo escrito en una servilleta
es una felicidad pasajera
una vela alumbrando las hojas de ruta
para no perder el camino
ey! Las campanas doblan
por tu cuerpo de gitana hechicera
los canales pasan y se secan en tu interior
y mi río muere de sed
mis puentes se vienen viejos y retorcidos
gigantes de hormigón haciéndose escombros
ya no se de dónde sacaré los peces dorados
si las fisuras de la tierra están expuestas
en fin…
esto es todo lo que te diría si me dejaras hablar.
Martín Ojeda-