Poemas

Hijos de pluma y sol

Entre sonidos remotos del tiempo

caminando claros senderos del sol

el pueblo mapuche modula silencios

de orfandad presente, de ancestral clamor.

En los rostros graves de pieles gastadas

hay surcos de vientos, nevisca, sudor;

hay tristeza eterna, hay eternos sueños

que el cultrum repica al son del temor.

Extraña presencia perturbo tus días

vestida de blanca y tierna ilusión

manos con caricia y sangre moldearon triunfantes

un nuevo camino de llanto y dolor.

En medio de tanta ignominia vivida

tus dioses altivos rogaron piedad

y justo y clemente, el dios de la vida

un alma sencilla eligió morar.

Su breve estadía en esta, su tierra,

su breve estadía cual simple mortal

llenó de alegría los campos del cielo,

llenó de esperanza a su pueblo natal.

Resonó pletórica de amor su palabra

ruiseñor de la pampas le dieron nombrar

desandando valles y ríos de muerte

su trino de vida inundo el aduar.

Árboles frondosos, cimas majestuosas

siguen cobijando tu arrojo y valor

y en profusa aurora de perenne cielo

muestran que eres hijo de pluma y de sol.

 

María Isabel Corsaro-

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